Un par de meses atrás, quizá
desde el último y porqué no aceptarlo derrotista post, retomé las energías que
había ido perdiendo por el camino desde que llegué de Barcelona a principios de
Junio.
Por ese entonces ya llevaba 4 meses trabajando sin pensar demasiado en el
futuro y con la fecha MARZO 2014 grabada en la mente –es cuando se me acaba el
visado. Y con esa energía iba arrastrándome por las semanas, sometiéndome a un
auto-boicot en espiral de esos que le pueden llevan a uno a dejarlo todo de un día para otro.
Así que me puse a intentarlo una
vez. Además, me apunté al gimnasio, empecé
a comer mejor y a aprovechar más el tiempo libre (vivir más el presente y
pensar menos en el futuro).
Definí dos objetivos: intentar mejorar mi vida aquí y buscar opciones fuera de Australia ya que cuando se me acabe el visado, la única posibilidad que tendré será la de quedarme otra vez como estudiante, pagando mucho dinero por ello, lo que a día de hoy sigo sin ver como opción.
He ido alternando trámites con
conocer gente nueva y trabajo de camarero con sesiones en el gimnasio y paseos
por los bosques de Belgrave y así, poco a poco, se han ido definiendo algunas
cosas.
Y finalmente he encontrado trabajo de
Community Worker, el equivalente a Educador/a Social en España. Trabajaré con personas discapacitadas que han están o han estado en prisión con el objetivo de evitar que reincidan a través de un programa de resinserción comunitaria. El equipo es genial, estuve tres días de prueba y me encantaron. Además tienes que desplazarte y te dan coche, Ipad y móvil, todo muy australiano.
Empiezo este
miércoles. Al tener la limitación horaria por el visado (solo puedo trabajar 20h/semana) quieren 'explorar', en el caso de que les guste y me guste el trabajo, la opción de hacer un visado permanente.
Por mi parte, aunque no sea nada definitivo me permitirá ir más
descansado.
Toca volver a empezar por enésima vez pero esta vez en un ruedo
conocido, el de mi profesión.