En un abrir y cerrar de ojos ya
llevo más de tres meses aquí. De un golpe pasó mi cumpleaños, Navidad y
Nochevieja. Veo que el último post es de unos días antes de cumplir los 30 y me
doy cuenta de que en menos de un mes, se me termina el visado.
En el 2012 se quedan muchas
cosas, quizá demasiadas, pero las buenas expectativas de este año que empieza
hacen que se abra un mundo de posibilidades. Estar tan lejos ayuda mucho.
Este año, en vez de escribir la
carta a los Reyes (que sabía que no iban a venir) me la he escrito a mí mismo
en forma de lista de deseos para así llevar a cabo una serie de proyectos sin
despistarme demasiado, que me conozco.
Las celebraciones en general, por
mucho que uno se rodee de amigos, estando tan lejos quedan diluidas entre otros
planes, de forma que preferí hacer este ejercicio a pensar demasiado en lo
lejos que están la familia y las amistades.
Como mi trabajo se terminó a
mediados de Diciembre y en la escuela de inglés también nos dieron holidays, tuve
tiempo de sobras para descansar, disfrutar y pensar. Durante 5 días estuve en
The Grampians National Park disfrutando de la grandeza de Australia cuando se
olvida de ser urbana. Vi canguros, wallabies y emúes en libertad, acampé (cosa
que hacía más de 5 años que no hacía), me bañé en un lago y subí al punto más
alto de Victoria, el Mount William. Antes de irme mandé postales de navidad y a la vuelta, mientras aquí ya era 2013, llamé a los más cercanos para decirles que el año nuevo había llegado y que parecía ser mejor que el anterior.
También me centraré en buscar
trabajo como educador social, cosa que en cierta manera ya he encontrado.
Aunque sólo serán unas horas a lo largo de 3 meses, en Febrero empiezo a
impartir un taller de percusión con jóvenes del barrio de Fitzroy, en su
mayoría hijos de inmigrantes subsaharianos e hindúes. En sí, el rol es el de
tallerista, pero me hace mucha ilusión volver a trabajar con jóvenes en un
proyecto musical.
Precisamente así empecé a en el mundo de la educación y
también a aprender percusión, en el año 2000, cuando formamos una batukada en
la Barceloneta con algunos jóvenes del Esplai en el que hacía de monitor.
Por otra parte, se me ha vuelto a
despertar el sueño de estudiar un máster con beca, ya estoy viendo las
opciones, veremos qué frutos da.
Y nada más de momento, espero que
a los que leáis este post el inicio del año os haya sonreído tanto como a mí y
que a lo largo del 2013 podamos ir contando los sueños que vamos consiguiendo.
¡Feliz
año nuevo!