Tránsito
Sorprende lo rápido que ha pasado
el viaje de ida. Uno ve donde queda Australia y piensa que llegar ahí debe ser
toda una odisea. En nuestro caso nos ha parecido un paseo, en serio.
Recomendamos (sin cobrar por ello) que quien venga desde Barcelona lo haga con
Singapore Airlines por lo bien que te atienden y porque sólo implica hacer un
transfer en Singapur.
Después de 14 horas de vuelo, con
4 comidas y varias pelis, llegamos a Singapur. El aeropuerto es un ‘belo lugar’
con todo para que el viajero que tiene varias horas por delante pueda descansar
y divertirse. Sillas de masaje, Free Tours, cine, hotel por horas, gimnasio,
piscina, sala de juegos… Elegimos el tour por eso de salir a tomar el aire,
todo bien organizado y gratis, así que conocimos Singapur desde el bus. De
vuelta al aeropuerto, masaje en silla vibratoria y documental.
El siguiente vuelo fue de 8h. Tocó
rellenar la tarjeta amarilla donde especificas si tienes o no algo a declarar,
los motivos del viaje, tus datos, etc.
Llegamos a Melbourne a las 6 de
la mañana del jueves 20 de Septiembre. En España todavía era de noche por lo
que, a fin de cuentas, estuvimos un día y unas pocas horas, pan comido si
tenemos en cuenta que ir en coche de Barcelona a Algeciras son 12 horas. El
tiempo es relativo. Me parece que todo estás más cerca y eso me reconforta.
Inmigración
Sin problemas si lo llevas todo
en regla y ‘nada que declarar’ en la maleta. Ahora respiro tranquilo pero
admito que durante los dos últimos meses, mientras desayunaba con los
compañeros del trabajo y en la TV ponían el programa sobre las aduanas
australianas, me daba vértigo el pensar en tener algún problema con
inmigración. En vez de eso, miraron nuestros pasaportes, introdujeron el nombre
en la base de datos y nos dieron el ok que nos daba la entrada a Australia.
Llegada
En el aeropuerto nos esperaba Juliana,
nuestro primer ángel en este viaje.
Cabe hacer un inciso para explicar quién es Juliana. Con nosotros viaja también
un amigo de Bia que llega el próximo martes; el marido de Juliana y este amigo
de Bia se conocieron en Brasil. Ambos viven en Australia hace unos 3 años, that’s
it! Juliana nos llevó a Kingsville un suburbio (barrio) donde vive con su
marido, Ivalcir. Nos quedaremos los primeros días hasta que encontremos un
apartamento.
La estructura de los suburbios
recuerda a los que vemos en las películas americanas: calles anchas con casitas
a cada lado donde casi no hay tiendas. Lo bueno de los suburbios en Melbourne
es que hay un tram y un tren de cercanías que conecta con la ciudad, por lo que
no necesitas coche. Otra ventaja es que el precio de los alquileres es más
barato por lo que, a no ser que encontremos algún chollo en el centro, nos
instalaremos en algún suburbio a 20 minutos de la ciudad.
Melbourne centro (primeras impresiones)
Rápido, en constante movimiento,
con una amalgama de nacionalidades inmensa y una organización arquitectónica que
recuerda un poco a Londres. Urbanísticamente es interesante pues todo es
bastante nuevo. Fue fundada en 1835 por lo que nada tiene más de 150 años. Un
centro financiero lleno de rascacielos en una estructura cuadriculada que se
extiende por toda la ciudad. Hay grandes avenidas, parques y el río Yarra, que
serpentea dividiendo Melbourne en dos mitades.
Trámites
Ayer fuimos a resolver algunos
temas. Ya tenemos móvil, cuenta bancaria, Tax File Number (registro necesario
para trabajar) y tarjeta de transporte. Hemos confirmado nuestra matrícula en
la escuela y el próximo viernes haremos el examen de nivel para empezar el 1 de
Octubre.
Esta tarde hemos estado en el
centro tomando algo con unos amigos ingleses de Ivalcir y su compañera de piso,
australiana. Hemos compartido impresiones sobre Melbourne. Como primera ‘inmersión’
en el lifestyle de Melbourne ha estado muy bien.
Mañana tenemos la primera bbq
(barbecue) en su casa, un rito iniciático para empezar a integrarnos. Por lo
que sabemos, los australianos celebran bbq’s constantemente.
Por el momento la sensación es
muy buena, responde al síndrome del recién llegado. Todo es emocionante, conoces
gente, te trabas con el inglés, lo observas todo para luego compararlo con lo
que has vivido antes, sitios nuevos… inevitable.
Así es, cerramos el capítulo de los preparativos, las despedidas y los vuelos para empezar a dar los pasos que nos lleven a exprimir al máximo nuestras experiencias en Australia que, viendo las dimensiones y la energía con la que hemos llegado, parece que van a ser muchas. ¡Seguimos informando!